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2 Crónicas 24:15-27 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

15. Pero Joiadá envejeció, y siendo ya de edad muy avanzada, murió. Al morir tenía ciento treinta años;

16. y lo enterraron en la Ciudad de David, junto con los reyes, porque se había portado bien con Israel, con Dios y con su templo.

17. Después de la muerte de Joiadá, llegaron los jefes de Judá y rindieron homenaje al rey. Este se dejó aconsejar por ellos,

18. y ellos abandonaron el templo del Señor, Dios de sus antepasados, y dieron culto a las representaciones de Asera y a otros ídolos. Por este pecado, el Señor se enojó contra Judá y Jerusalén.

19. Sin embargo, el Señor les envió profetas para hacer que se volvieran a él. Pero la gente no hizo caso a las amonestaciones de los profetas.

20. Entonces Zacarías, hijo del sacerdote Joiadá, fue poseído por el espíritu de Dios, y puesto en pie en un lugar elevado dijo al pueblo: “Dios dice: ‘¿Por qué no obedecéis mis mandamientos? ¿Por qué os buscáis vosotros mismos vuestra desgracia? ¡Puesto que me habéis abandonado, yo también os abandonaré a vosotros!’ ”

21. Pero ellos se pusieron de acuerdo contra él, y lo apedrearon por orden del rey en el atrio del templo del Señor.

22. El rey Joás olvidó la lealtad que Joiadá, el padre de Zacarías, le había demostrado, y mató a Zacarías, su hijo, quien en el momento de morir exclamó: “¡Que el Señor vea esto y pida cuentas por ello!”

23. En la primavera, el ejército sirio lanzó un ataque contra Joás, y después de avanzar hasta Judá y Jerusalén, exterminaron a todos los jefes de la nación, la saquearon y enviaron todo el botín al rey de Damasco.

24. Solo había llegado un pequeño destacamento del ejército sirio, pero el Señor entregó en sus manos a un ejército muy numeroso, por haber abandonado al Señor, Dios de sus antepasados. Así Joás sufrió el castigo merecido.

25. Cuando los sirios se retiraron, dejándole gravemente enfermo, sus funcionarios tramaron una conspiración contra él para vengar el asesinato del hijo del sacerdote Joiadá, y lo mataron en su propia cama. Después lo enterraron en la Ciudad de David, pero no en el panteón real.

26. Los de la conspiración contra él fueron el amonita Zabad, hijo de Simat, y el moabita Jozabad, hijo de Simrit.

27. Lo que se refiere a los hijos de Joás, a las muchas profecías contra él y a su restauración del templo de Dios, todo está escrito en el comentario del libro de los reyes. Después reinó en su lugar su hijo Amasías.

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