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2 Crónicas 12:6-15 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

6. Los jefes de Israel y el rey reconocieron humildemente:–¡El Señor tiene razón!

7. Al ver el Señor que se habían humillado, dijo a Semaías: “Por haberse humillado, no los destruiré, sino que voy a librarlos dentro de poco, y no utilizaré a Sisac para descargar mi ira sobre Jerusalén;

8. pero van a quedar sometidos a él, y se darán cuenta de la diferencia que hay entre servirme a mí y servir a los reyes de otras naciones.”

9. Sisac, rey de Egipto, atacó a Jerusalén y se apoderó de los tesoros del templo del Señor y del palacio real. Todo lo saqueó, y se llevó también los escudos de oro que había hecho Salomón.

10. El rey Roboam hizo en su lugar escudos de bronce, y los dejó al cuidado de los oficiales de la guardia que vigilaba la entrada del palacio real.

11. Y cada vez que el rey iba al templo del Señor, iban los guardias y se los llevaban. Luego volvían a ponerlos en el cuerpo de guardia.

12. Así pues, por haberse humillado Roboam, se calmó la ira del Señor contra él y no lo destruyó totalmente. A pesar de todo, también había cosas buenas en Judá.

13. El rey Roboam aumentó su poder en Jerusalén, y siguió reinando. Cuando comenzó a reinar tenía cuarenta y un años, y reinó diecisiete años en Jerusalén, ciudad que el Señor escogió entre todas las tribus de Israel para residir en ella. La madre de Roboam se llamaba Naamá, y era de Amón.

14. Sus actos fueron malos, pues no trató sinceramente de buscar al Señor.

15. La historia de Roboam, desde el principio hasta el fin, está escrita en las crónicas del profeta Semaías y del profeta Iddo, en el registro familiar.

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