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2 Crónicas 12:1-13 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

1. Cuando se consolidó el reinado de Roboam y él se sintió fuerte, dejó de cumplir la ley del Señor, y todo Israel hizo lo mismo.

2. Pero como fueron infieles al Señor, en el quinto año del reinado de Roboam, Sisac, rey de Egipto, atacó a Jerusalén

3. con mil doscientos carros de combate, sesenta mil soldados de caballería y una innumerable tropa que venía con él de Egipto: libios, suquienos y etíopes.

4. Conquistó las ciudades fortificadas de Judá y llegó hasta Jerusalén.

5. Entonces el profeta Semaías se presentó a Roboam y a los jefes de Judá que se habían reunido en Jerusalén ante el avance de Sisac, y les dijo:–El Señor dice que vosotros le habéis abandonado, y que por eso él os abandona ahora en manos de Sisac.

6. Los jefes de Israel y el rey reconocieron humildemente:–¡El Señor tiene razón!

7. Al ver el Señor que se habían humillado, dijo a Semaías: “Por haberse humillado, no los destruiré, sino que voy a librarlos dentro de poco, y no utilizaré a Sisac para descargar mi ira sobre Jerusalén;

8. pero van a quedar sometidos a él, y se darán cuenta de la diferencia que hay entre servirme a mí y servir a los reyes de otras naciones.”

9. Sisac, rey de Egipto, atacó a Jerusalén y se apoderó de los tesoros del templo del Señor y del palacio real. Todo lo saqueó, y se llevó también los escudos de oro que había hecho Salomón.

10. El rey Roboam hizo en su lugar escudos de bronce, y los dejó al cuidado de los oficiales de la guardia que vigilaba la entrada del palacio real.

11. Y cada vez que el rey iba al templo del Señor, iban los guardias y se los llevaban. Luego volvían a ponerlos en el cuerpo de guardia.

12. Así pues, por haberse humillado Roboam, se calmó la ira del Señor contra él y no lo destruyó totalmente. A pesar de todo, también había cosas buenas en Judá.

13. El rey Roboam aumentó su poder en Jerusalén, y siguió reinando. Cuando comenzó a reinar tenía cuarenta y un años, y reinó diecisiete años en Jerusalén, ciudad que el Señor escogió entre todas las tribus de Israel para residir en ella. La madre de Roboam se llamaba Naamá, y era de Amón.

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