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1 Reyes 2:29-43 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

29. Pero informaron al rey Salomón de que Joab había huido al santuario del Señor, y que se había refugiado en el altar. Entonces Salomón mandó a Benaías, hijo de Joiadá, que fuera a matarlo,

30. y Benaías fue al santuario y dijo a Joab:–El rey ordena que salgas.Pero Joab contestó:–¡No! ¡Aquí moriré!Benaía fue al rey con la respuesta, y le contó lo que Joab le había respondido.

31. Entonces el rey contestó:–Démosle gusto. Mátalo y entiérralo, y borra de la casa de mi padre, y de mí también, la culpa de los asesinatos cometidos por Joab.

32. El Señor hará recaer sobre él la culpa de su propia muerte, porque, sin saberlo mi padre, Joab acuchilló a dos hombres más honrados y mejores que él: a Abner, hijo de Ner, jefe del ejército israelita, y a Amasá, hijo de Jéter, jefe del ejército de Judá.

33. La culpa de su muerte recaerá sobre Joab y sobre su descendencia para siempre. Por el contrario, la paz del Señor estará siempre con David y su descendencia, y con su dinastía y su trono.

34. Entonces Benaías fue y mató a Joab. Y Joab fue enterrado en su casa, en el desierto.

35. Luego el rey puso a Benaías al mando del ejército en lugar de Joab, y al sacerdote Sadoc en lugar de Abiatar.

36. Después mandó llamar a Simí, y le ordenó:–Constrúyete una casa en Jerusalén, para que vivas en ella. Pero no salgas de allí a ninguna parte,

37. porque el día que salgas y cruces el arroyo Cedrón, ten por seguro que morirás, y tú mismo tendrás la culpa.

38. Simí respondió al rey:–Está bien. Haré lo que ha ordenado Su Majestad.Simí vivió mucho tiempo en Jerusalén.

39. Pero tres años más tarde se escaparon dos esclavos suyos y se fueron a vivir con Aquís, hijo de Maacá, que era rey de Gat. Al enterarse Simí de que sus dos esclavos estaban en Gat,

40. se levantó, aparejó su asno y se fue a Gat, donde estaba Aquís, en busca de sus esclavos. Y cuando Simí regresaba de Gat con sus esclavos,

41. Salomón supo que Simí había ido de Jerusalén a Gat, y que ya venía de regreso.

42. Entonces mandó el rey llamar a Simí, y le dijo:–¿No te hice jurar por el Señor, y te advertí, que el día que salieras a alguna parte, con toda seguridad morirías? ¿Acaso no me respondiste que estaba bien, y que me ibas a obedecer?

43. ¿Por qué no cumpliste tu juramento al Señor ni obedeciste lo que te mandé?

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