Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

San Mateo 9:20-36 Biblia del Jubileo (JBS)

20. Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre hacía doce años, acercándose por detrás, tocó la franja de su vestido,

21. porque decía entre sí: Si tocare solamente su vestido, seré libre.

22. Mas Jesús volviéndose, y mirándola, dijo: Confía, hija, tu fe te ha librado. Y la mujer fue libre desde aquella hora.

23. Y llegado Jesús a casa del principal, viendo los tañedores de flautas, y la multitud que hacía bullicio,

24. les dijo: Apartaos, que la muchacha no está muerta, mas duerme. Y se burlaban de él.

25. Pero cuando la multitud fue echada fuera, entró, y la tomó de su mano, y se levantó la muchacha.

26. Y se difundió esta fama por toda aquella tierra.

27. Y pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: Ten misericordia de nosotros, Hijo de David.

28. Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dice: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dicen: Sí, Señor.

29. Entonces tocó los ojos de ellos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.

30. Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.

31. Mas ellos salidos, divulgaron su fama por toda aquella tierra.

32. Y saliendo ellos, he aquí, le trajeron un hombre mudo, endemoniado.

33. Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la multitud se maravilló, diciendo: Nunca ha sido vista cosa semejante en Israel.

34. Mas los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.

35. Y recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el Evangelio del Reino, y sanando toda enfermedad y todo flaqueza en el pueblo.

36. Y viendo la multitud, tuvo misericordia de ella; porque estaba derramada y esparcida como ovejas que no tienen pastor.

Leer capítulo completo San Mateo 9