33. No erréis; los malos compañeros corrompen el buen carácter.
34. Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra hablo.
35. Mas dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?
36. Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muriere antes.
37. Y lo que siembras, no siembras el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, acaso de trigo, o de otro grano;
38. mas Dios le da el cuerpo como quiso, y a cada simiente su propio cuerpo.
39. Toda carne no es la misma carne; mas una carne ciertamente es la de los hombres, y otra carne la de los animales, y otra la de los peces, y otra la de las aves.
40. Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; mas ciertamente una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.
41. Una es la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas; porque una estrella es diferente de otra en gloria.