Capítulos

  1. 1
  2. 2
  3. 3
  4. 4
  5. 5
  6. 6
  7. 7
  8. 8
  9. 9
  10. 10
  11. 11
  12. 12
  13. 13
  14. 14
  15. 15
  16. 16
  17. 17
  18. 18
  19. 19
  20. 20
  21. 21
  22. 22
  23. 23
  24. 24
  25. 25
  26. 26
  27. 27
  28. 28
  29. 29
  30. 30
  31. 31
  32. 32
  33. 33
  34. 34
  35. 35
  36. 36
  37. 37
  38. 38
  39. 39
  40. 40
  41. 41
  42. 42
  43. 43
  44. 44
  45. 45
  46. 46
  47. 47
  48. 48
  49. 49
  50. 50
  51. 51
  52. 52
  53. 53
  54. 54
  55. 55
  56. 56
  57. 57
  58. 58
  59. 59
  60. 60
  61. 61
  62. 62
  63. 63
  64. 64
  65. 65
  66. 66
  67. 67
  68. 68
  69. 69
  70. 70
  71. 71
  72. 72
  73. 73
  74. 74
  75. 75
  76. 76
  77. 77
  78. 78
  79. 79
  80. 80
  81. 81
  82. 82
  83. 83
  84. 84
  85. 85
  86. 86
  87. 87
  88. 88
  89. 89
  90. 90
  91. 91
  92. 92
  93. 93
  94. 94
  95. 95
  96. 96
  97. 97
  98. 98
  99. 99
  100. 100
  101. 101
  102. 102
  103. 103
  104. 104
  105. 105
  106. 106
  107. 107
  108. 108
  109. 109
  110. 110
  111. 111
  112. 112
  113. 113
  114. 114
  115. 115
  116. 116
  117. 117
  118. 118
  119. 119
  120. 120
  121. 121
  122. 122
  123. 123
  124. 124
  125. 125
  126. 126
  127. 127
  128. 128
  129. 129
  130. 130
  131. 131
  132. 132
  133. 133
  134. 134
  135. 135
  136. 136
  137. 137
  138. 138
  139. 139
  140. 140
  141. 141
  142. 142
  143. 143
  144. 144
  145. 145
  146. 146
  147. 147
  148. 148
  149. 149
  150. 150

Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Los Salmos 139 Biblia del Jubileo (JBS)

1. SEÑOR, tú me has examinado y conocido.

2. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos.

3. Mi andar y mi reposo has ceñido, y todos mis caminos has aparejado.

4. Pues aun no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh SEÑOR, tú la supiste toda.

5. Rostro y envés tú me formaste, y sobre mí pusiste tu mano.

6. Más maravillosa es su ciencia que mi capacidad; alta es, no puedo comprenderla.

7. ¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia?

8. Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si hiciere mi estrado en el Seol, hete allí.

9. Si tomare las alas del alba, y habitare en el extremo del mar,

10. aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.

11. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá por causa de mí.

12. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; las tinieblas son como la luz.

13. Porque tú poseíste mis riñones; me cubriste en el vientre de mi madre.

14. Te alabaré; porque me formaste de una manera formidable y maravillosa; y esto mi alma conoce en gran manera.

15. No fue encubierto mi cuerpo de ti, aunque yo fui hecho en secreto, y entretejido en lo profundo de la tierra.

16. Tus ojos vieron mi cuerpo aun imperfecto, y en tu libro todos mis miembros estaban escritos; que fueron luego formados, sin faltar uno de ellos.

17. Así que ¡cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán multiplicadas son sus cuentas!

18. Si los cuento, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.

19. De cierto, oh Dios, matarás al impío; apartaos, pues, de mí, los varones sanguinarios,

20. que te dicen blasfemias; se ensoberbecen en vano tus enemigos.

21. ¿No tuve en odio, oh SEÑOR, a los que te aborrecen, y peleo contra tus enemigos?

22. De entero odio los aborrecí; los tuve por enemigos.

23. Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos;

24. y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.