17-18. El árbol bueno sólo produce frutos buenos y el árbol malo sólo produce frutos malos.
19. El árbol que no da buenos frutos se corta y se quema.
20. Así que ustedes reconocerán a esos mentirosos por el mal que hacen.
21. »No todos los que dicen que yo soy su Señor y dueño entrarán en el reino de Dios. Eso no es suficiente; antes que nada deben obedecer los mandamientos de mi Padre, que está en el cielo.
22. Cuando llegue el día en que Dios juzgará a todo el mundo, muchos me dirán: “Señor y dueño nuestro, nosotros anunciamos de parte tuya el mensaje a otros. Y también usamos tu nombre para echar fuera demonios y para hacer milagros”.
23. Pero yo les diré: ¡Apártense de mí, gente malvada! ¡Yo no tengo nada que ver con ustedes!
24. »El que escucha lo que yo enseño y hace lo que yo digo, es como una persona precavida que construyó su casa sobre piedra firme.
25. Vino la lluvia, y el agua de los ríos subió mucho, y el viento sopló con fuerza contra la casa. Pero la casa no se cayó, porque estaba construida sobre piedra firme.
26. »Pero el que escucha lo que yo enseño y no hace lo que yo digo es como una persona tonta que construyó su casa sobre la arena.
27. Vino la lluvia, y el agua de los ríos subió mucho, y el viento sopló con fuerza contra la casa. Y la casa se cayó y quedó totalmente destruida.»
28. Cuando Jesús terminó de hablar, todos los que escuchaban quedaron admirados de sus enseñanzas,
29. porque Jesús hablaba con toda autoridad, y no como los maestros de la Ley.