12. Todas las nacionesque no estén al servicio de ustedesserán destruidas por completo».
13. Dios continuó diciendo a los habitantes de Jerusalén:«Todas las riquezas del Líbanoy todas sus finas maderasvendrán a dar hermosura a mi templo,donde he puesto mi trono.
14. »Los descendientesde sus antiguos enemigosvendrán y se humillarán ante ustedes;quienes antes los despreciaban,se arrodillarán ante ustedesy llamarán a Jerusalén:“Ciudad del Dios santo de Israel”.
15. »Jerusalén se ha quedadoabandonada, odiada y muy sola,pero yo haré que llegue a sermotivo de orgullo y alegría.
16. Las naciones traeránsus mejores alimentosy los reyes le entregarán sus regalos.Así los habitantes de Jerusalénreconocerán que yo soyel poderoso Salvador de Israel.