9. En ese momento Doeg el edomita, que estaba entre los oficiales de Saúl, le dijo:—Yo vi a David en Nob, cuando fue a ver a Ahimélec, el hijo de Ahitub.
10. Allí Ahimélec le dio un mensaje de parte de Dios, le dio de comer, y también le entregó la espada de Goliat el filisteo.
11. Entonces el rey mandó traer al sacerdote Ahimélec y a todos sus familiares, que también eran sacerdotes en Nob.
12. Y Saúl le dijo a Ahimélec:—Escúchame bien.—Hable usted, Su Majestad —contestó Ahimélec.
13. —¿Por qué me has traicionado, como lo hizo David? —preguntó Saúl—. ¿Por qué le diste a David comida y una espada, y además le pediste a Dios que lo ayudara? ¡David quiere acabar conmigo, y sólo está esperando una oportunidad para hacerlo!
14. Y Ahimélec le respondió:—¡Pero si David es el más fiel de sus servidores! ¡Está casado con su hija, es jefe de sus guardias, y el hombre más apreciado en palacio!
15. ¡Ésta no es la primera vez que yo consulto a Dios en cuanto a lo que David debe hacer! Además, yo no sabía nada de los problemas que él tiene con usted. Ni yo ni mi familia hemos traicionado a Su Majestad.
16. Pero el rey le dijo:—¡Eso no me importa! ¡Tú y toda tu familia van a morir!
17. Enseguida el rey les ordenó a sus guardias:—¡Maten a los sacerdotes de Dios! Ellos sabían que David estaba huyendo de mí, y en vez de darme aviso le dieron protección.Pero como los guardias no se atrevieron a matar a los sacerdotes de Dios,