1. Mas ahora los más mozos de días que yo, se ríen de mí; cuyos padres yo desdeñara ponerlos con los perros de mi ganado.
2. Porque ¿para qué yo habría menester la fuerza de sus manos, en los cuales pereció el tiempo?
3. Por causa de la pobreza y del hambre andaban solos; huían a la soledad, al lugar tenebroso, asolado y desierto.
4. Que cogían malvas entre los arbustos, y raíces de enebro para calentarse.