3. Soportadme, y yo hablaré; y después que hubiere hablado, escarneced.
4. ¿Por ventura hablo yo a algún hombre? Y si es así ¿por qué no se ha de angustiar mi espíritu?
5. Miradme, y espantaos, y poned la mano sobre la boca.
6. Aun yo mismo , cuando me acuerdo, me asombro, y toma temblor mi carne.
7. ¿Por qué viven los impíos, y se envejecen, y aún crecen en riquezas?
8. Su simiente con ellos, compuesta delante de ellos; y sus renuevos delante de sus ojos.
9. Sus casas seguras de temor, ni hay azote de Dios sobre ellos.