29. Y comieron, y se saciaron mucho; les cumplió, pues, su deseo.
30. No habían quitado de sí su deseo, aún estaba la comida en su boca,
31. cuando vino sobre ellos el furor de Dios, y mató los más robustos de ellos, y derribó los escogidos de Israel.
32. Con todo esto, pecaron aún, y no dieron crédito a sus maravillas.
33. Por tanto, consumió sus días en vanidad, y sus años en tribulación.
34. Si los hería de muerte, entonces buscaban a Dios; entonces se volvían solícitos en busca suya.
35. Y se acordaban que Dios era su refugio; y el Dios Altísimo su Redentor.
36. Mas le lisonjeaban con su boca, y con su lengua le mentían;
37. pues sus corazones no eran rectos para con Él, ni estuvieron firmes en su pacto.
38. Pero Él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía; y apartó muchas veces su ira, y no despertó todo su enojo.
39. Y se acordó de que eran carne; soplo que va y no vuelve.
40. ¡Cuántas veces lo provocaron en el desierto, lo enojaron en la soledad!
41. Y volvían, y tentaban a Dios, y ponían límite al Santo de Israel.
42. No se acordaron de su mano, del día que los redimió de angustia;
43. cuando puso en Egipto sus señales, y sus maravillas en el campo de Zoán;
44. y volvió sus ríos en sangre, y sus corrientes, para que no bebiesen.
45. Envió entre ellos enjambres de moscas que los devoraban, y ranas que los destruyeron.