28. Las hizo caer en medio de su campamento, alrededor de sus tiendas.
29. Y comieron, y se saciaron mucho; les cumplió, pues, su deseo.
30. No habían quitado de sí su deseo, aún estaba la comida en su boca,
31. cuando vino sobre ellos el furor de Dios, y mató los más robustos de ellos, y derribó los escogidos de Israel.
32. Con todo esto, pecaron aún, y no dieron crédito a sus maravillas.
33. Por tanto, consumió sus días en vanidad, y sus años en tribulación.
34. Si los hería de muerte, entonces buscaban a Dios; entonces se volvían solícitos en busca suya.
35. Y se acordaban que Dios era su refugio; y el Dios Altísimo su Redentor.
36. Mas le lisonjeaban con su boca, y con su lengua le mentían;
37. pues sus corazones no eran rectos para con Él, ni estuvieron firmes en su pacto.