1. «Salmo de David» Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos; respóndeme por tu verdad, por tu justicia.
2. Y no entres en juicio con tu siervo; porque no se justificará delante de ti ningún viviente.
3. Porque el enemigo ha perseguido mi alma; ha postrado en tierra mi vida; me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.
4. Y mi espíritu se angustió dentro de mí; mi corazón está desolado.
5. Me acordé de los días antiguos; meditaba en todas tus obras, reflexionaba en las obras de tus manos.
6. Extendí mis manos a ti; mi alma tiene sed de ti como la tierra sedienta. (Selah)