1. Hijo mío, guarda mis razones, y atesora contigo mis mandamientos.
2. Guarda mis mandamientos, y vivirás, y mi ley como las niñas de tus ojos.
3. Lígalos a tus dedos; escríbelos en la tabla de tu corazón.
4. Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana; y a la inteligencia llama parienta;
5. para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraña que ablanda sus palabras.
6. Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi celosía,
7. vi entre los simples, consideré entre los jóvenes, a un joven falto de entendimiento,
8. el cual pasaba por la calle, junto a la esquina de aquella, e iba camino de su casa,