1. Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo, si estrechaste tu mano por el extraño,
2. enlazado eres con las palabras de tu boca, y preso con las razones de tu boca.
3. Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo.
4. No des sueño a tus ojos, ni a tus párpados adormecimiento.
5. Escápate como el corzo de la mano del cazador, y como el ave de la mano del parancero.
6. Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio;
7. la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor,
8. prepara en el verano su comida y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.
9. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?