1. Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo, si estrechaste tu mano por el extraño,
2. enlazado eres con las palabras de tu boca, y preso con las razones de tu boca.
3. Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo.
4. No des sueño a tus ojos, ni a tus párpados adormecimiento.
5. Escápate como el corzo de la mano del cazador, y como el ave de la mano del parancero.