26. Él le acometerá en la cerviz, en lo grueso de las hombreras de sus escudos:
27. Porque cubrió su rostro con su gordura, e hizo pliegues sobre sus ijares;
28. Y habitó las ciudades asoladas, las casas inhabitadas, que estaban puestas en ruinas.
29. No se enriquecerá, ni sus bienes perdurarán, ni extenderá por la tierra su hermosura.