15. Y desecharon sus estatutos, y su pacto que Él había hecho con sus padres, y sus testimonios que Él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las gentes que estaban alrededor de ellos, de las cuales les había Jehová mandado que no hiciesen a la manera de ellas.
16. Y dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, y se hicieron dos becerros de fundición, también imágenes de Asera, y adoraron a todo el ejército del cielo, y sirvieron a Baal:
17. E hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones y agüeros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, provocándole a ira.
18. Jehová, por tanto, se airó en gran manera contra Israel, y los quitó de delante de su rostro; que no quedó sino sólo la tribu de Judá.
19. Mas ni aun Judá guardó los mandamientos de Jehová su Dios; antes anduvieron en los estatutos de Israel, los cuales habían ellos hecho.
20. Y desechó Jehová toda la simiente de Israel, y los afligió, y los entregó en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia.
21. Porque separó a Israel de la casa de David, y ellos hicieron rey a Jeroboam hijo de Nabat; y Jeroboam apartó a Israel de en pos de Jehová, y les hizo cometer gran pecado.
22. Y los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados de Jeroboam que él hizo, sin apartarse de ellos;
23. hasta que Jehová quitó a Israel de delante de su rostro, como Él lo había dicho por medio de todos los profetas sus siervos; e Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta hoy.
24. Y el rey de Asiria trajo gente de Babilonia, y de Cuta, y de Iva, y de Hamat, y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel; y poseyeron a Samaria, y habitaron en sus ciudades.
25. Y aconteció al principio, cuando comenzaron a habitar allí, que no temiendo ellos a Jehová, envió Jehová contra ellos leones que mataron a muchos de ellos.
26. Entonces dijeron ellos al rey de Asiria: Las gentes que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria, no conocen la costumbre del Dios de aquella tierra, y Él ha echado leones en medio de ellos, y he aquí los matan, porque no conocen la costumbre del Dios de la tierra.
27. Entonces el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevad allí a alguno de los sacerdotes que trajisteis de allá, y vayan y habiten allí, y les enseñen la costumbre del Dios del país.
28. Y vino uno de los sacerdotes que habían trasportado de Samaria, y habitó en Betel, y les enseñó cómo habían de temer a Jehová.
29. Mas cada nación se hizo sus dioses, y los pusieron en las casas de los lugares altos que habían hecho los de Samaria; cada nación en su ciudad donde habitaba.
30. Los de Babilonia hicieron a Sucot-benot, y los de Cuta hicieron a Nergal, y los de Hamat hicieron a Asima;