36. Y mirando á Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.
37. Y oyéronle los dos discípulos hablar, y siguieron á Jesús.
38. Y volviéndose Jesús, y viéndolos seguir le, díceles: ¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: Rabbí (que declarado quiere decir Maestro) ¿dónde moras?
39. Díceles: Venid y ved. Vinieron, y vieron donde moraba, y quedáronse con él aquel día: porque era como la hora de las diez.
40. Era Andrés, hermano de Simón Pedro, uno de los dos que habían oído de Juan, y le habían seguido.
41. Este halló primero á su hermano Simón, y díjole: Hemos hallado al Mesías (que declarado es, el Cristo).
42. Y le trajo á Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás: tú serás llamado Cephas (que quiere decir, Piedra).
43. El siguiente día quiso Jesús ir á Galilea, y halla á Felipe, al cual dijo: Sígueme.
44. Y era Felipe de Bethsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.
45. Felipe halló á Natanael, y dícele: Hemos hallado á aquel de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: á Jesús, el hijo de José, de Nazaret.
46. Y díjole Natanael: ¿De Nazaret puede haber algo de bueno? Dícele Felipe: Ven y ve.
47. Jesús vió venir á sí á Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero Israelita, en el cual no hay engaño.