6. Ciertamente en tinieblas anda el hombre; Ciertamente en vano se inquieta: Junta, y no sabe quién lo allegará.
7. Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza en ti está.
8. Líbrame de todas mis rebeliones; No me pongas por escarnio del insensato.
9. Enmudecí, no abrí mi boca; Porque tú lo hiciste.
10. Quita de sobre mí tu plaga; De la guerra de tu mano soy consumido.
11. Con castigos sobre el pecado corriges al hombre, Y haces consumirse como de polilla su grandeza: Ciertamente vanidad es todo hombre. (Selah.)