37. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán.
38. Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan.
39. Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor.