9. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.
10. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
11. Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente.
12. Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver.
13. Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo.
14. Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros.
15. Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno.
16. Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas.
17. Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades.
18. Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas.
19. Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades.
20. Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo;
21. porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste.
22. Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré;