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Mateo 8:7-21 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

7. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.

8. Y respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra, y mi criado será sanado.

9. Porque también yo soy hombre bajo autoridad y tengo soldados bajo mi mando; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.

10. Y cuando Jesús lo oyó, se maravilló y dijo a los que le seguían: De cierto os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.

11. Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, e Isaac y Jacob en el reino de los cielos;

12. mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.

13. Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.

14. Y cuando fue Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste postrada en cama con fiebre.

15. Y le tocó la mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó y les servía.

16. Y cuando era ya tarde, trajeron a él muchos endemoniados; y echó fuera los demonios con su palabra y sanó a todos los enfermos,

17. para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias.

18. Y viendo Jesús mucha gente alrededor de sí, mandó pasar al otro lado.

19. Y acercándose un escriba, le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.

20. Y Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo, nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

21. Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.

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