12. Porque hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que se hicieron a sí mismos eunucos por causa del reino de los cielos; el que sea capaz de aceptar esto, que lo acepte.
13. Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos y orase; pero los discípulos los reprendieron.
14. Y Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí y no les impidáis hacerlo, porque de los tales es el reino de los cielos.
15. Y habiendo puesto las manos sobre ellos, partió de allí.
16. Y he aquí uno, acercándose, le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?