20. ¿No son pocos mis días? Cesa, pues, y déjame, para que me consuele un poco
21. antes que me vaya, para no volver, a la tierra de tinieblas y de sombra de muerte,
22. tierra de oscuridad, lóbrega, como sombra de muerte y sin orden, y cuya luz es como densas tinieblas.