7. Me persuadiste, oh Jehová, y fui persuadido; más fuerte fuiste tú que yo, y prevaleciste; cada día he sido escarnecido; todos se burlan de mí.
8. Porque cada vez que hablo, doy voces; grito: ¡Violencia y destrucción!, porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día.
9. Y dije: No me acordaré más de él ni hablaré más en su nombre; pero fue en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; me esforcé por contenerlo, pero no pude.
10. Porque oí las difamaciones de muchos: ¡Terror por todas partes! ¡Denunciadle, denunciémosle! Todos mis amigos miraban si claudicaría. Quizá se persuada, decían, y prevaleceremos contra él y tomaremos de él venganza.
11. Mas Jehová está conmigo como uno poderoso y temible; por tanto, los que me persiguen tropezarán y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetuo oprobio que jamás será olvidado.
12. Oh Jehová de los ejércitos, que pruebas a los justos, que conoces los pensamientos y el corazón, deja que yo vea tu venganza sobre ellos, porque a ti he expuesto mi causa.
13. ¡Cantad a Jehová, load a Jehová, porque ha librado el alma del pobre de manos de los malvados!
14. ¡Maldito el día en que nací! ¡No sea bendito el día en que mi madre me dio a luz!
15. ¡Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varón te ha nacido, haciéndole así alegrarse mucho!
16. Y sea ese hombre como las ciudades que asoló Jehová y no se arrepintió; y oiga gritos de mañana y voces de alarma al mediodía,
17. porque no me mató en el vientre; y así mi madre hubiera sido mi sepulcro, y su vientre hubiera quedado embarazado para siempre.
18. ¿Por qué salí del vientre para ver trabajo y dolor, y para que mis días se consumiesen en afrenta?