3. Un día, como a las tres de la tarde, tuvo una visión. Vio claramente a un ángel de Dios que se le acercaba y le decía:—¡Cornelio!
4. —¿Qué quieres, Señor? —le preguntó Cornelio, mirándolo fijamente y con mucho miedo.—Dios ha recibido tus oraciones y tus obras de beneficencia como una ofrenda —le contestó el ángel—.
5. Envía de inmediato a algunos hombres a Jope para que hagan venir a un tal Simón, apodado Pedro.