23. »Por lo tanto, el reino del cielo se puede comparar a un rey que decidió poner al día las cuentas con los siervos que le habían pedido prestado dinero.
24. En el proceso, le trajeron a uno de sus deudores que le debía millones de monedas de plata.
25. No podía pagar, así que su amo ordenó que lo vendieran —junto con su esposa, sus hijos y todo lo que poseía— para pagar la deuda.
26. »El hombre cayó de rodillas ante su amo y le suplicó: “Por favor, tenme paciencia y te lo pagaré todo”.
27. Entonces el amo sintió mucha lástima por él, y lo liberó y le perdonó la deuda.