27. Como dijo Isaías:«¡Alégrate, oh mujer sin hijos,tú que nunca diste a luz!¡Ponte a gritar de alegría,tú que nunca tuviste dolores de parto!¡Pues la mujer desolada ahora tiene más hijosque la que vive con su esposo!».
28. Y ustedes, amados hermanos, son hijos de la promesa igual que Isaac;
29. pero ahora son perseguidos por los que quieren que cumplan la ley, tal como Ismael —el hijo que nació del esfuerzo humano— persiguió a Isaac, el hijo que nació por el poder del Espíritu.
30. ¿Pero qué dicen las Escrituras al respecto? «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la mujer esclava no compartirá la herencia del hijo de la mujer libre».
31. Así que, amados hermanos, no somos hijos de la mujer esclava; somos hijos de la mujer libre.