27. Entonces él les preguntó cómo se encontraban, y añadió: "¿Cómo está su anciano padre de quien me hablaron? ¿Vive todavía?"
28. "Su siervo nuestro padre está bien; todavía vive," contestaron. Y ellos se inclinaron en reverencia.
29. Al alzar José sus ojos y ver a su hermano Benjamín, hijo de su madre, les preguntó: "¿Es éste su hermano menor de quien me hablaron?" Y dijo: "Dios te imparta Su favor, hijo mío."
30. José se apresuró a salir, pues se sintió profundamente conmovido a causa de su hermano y buscó dónde llorar. Entró en su aposento y lloró allí.
31. Después se lavó la cara y salió, y controlándose, dijo: "Sirvan la comida."