1. »Pero ahora, quienes son menores que yo se burlan de mí, jovencitos cuyos padres no les llegaban ni a las pantorrillas de mis perros ovejeros.
2. ¡Ah! Cierto que tienen espaldas fuertes, pero son necios inútiles, insensatos.
3. Están enflaquecidos de hambre; han sido echados a los desiertos y a los páramos, desolados y tristes.
4. Comen raíces y hojas,
5. expulsados como están de la civilización. Los hombres gritaban tras ellos como quien corre a ladrones.
6. Así es que ahora habitan en cañadas espantosas; en cuevas y entre rocas.
7. Gritan como animales entre la maleza, apiñándose para protegerse bajo las ortigas.