16. Cuando el SEÑOR habla, hay trueno en los cielos, y hace que de toda la tierra se levante vapor; de sus tesoros saca el relámpago, la lluvia y los vientos.
17. Comparados con él, todos los seres humanos son animales sin inteligencia. ¡Ni uno de ellos tiene sabiduría! Al hacer imágenes y estatuillas de ídolos, el platero se embrutece, pues fabrica mentiras. ¡Dice que son dioses, cuando ni sombra de vida tienen!
18. ¡Los ídolos nada son! Son falsificaciones. Y un día el SEÑOR vendrá, observará y los destruirá todos.
19. ¡Pero el Dios de Israel no es un ídolo! Él hizo todo lo que existe, e Israel es la nación suya; su nombre es: SEÑOR de los ejércitos.
20. El rey Ciro es el hacha de guerra y la espada de Dios. Tú serás mi instrumento, dice el SEÑOR, para despedazar a las naciones y destruir muchos reinos.
21. Valiéndome de ti aplastaré ejércitos; acabaré con el caballo y su jinete, con el carro de guerra y quien lo conduce.
22. Sí, también destruiré al resto del pueblo: hombres y mujeres, viejos y jóvenes, muchachos y muchachas,
23. pastores y ganados, labradores y bueyes, gobernantes y jueces.
24. Delante de sus ojos voy a darle a Babilonia y a los caldeos su merecido por todo el mal que le han hecho a mi pueblo, dice el SEÑOR.
25. ¡Porque yo estoy contra ti, monte poderoso, Babilonia, destructora del mundo! ¡Contra ti dirigiré mi poder, te derribaré de tus alturas y te convertiré en monte consumido por el fuego! ¡Desde tus alturas te haré caer!
26. Para siempre quedarás desolada; ni siquiera tus piedras se volverán a usar como material de construcción. Serás borrada del mapa.
27. ¡Den la señal a muchas naciones para que se movilicen contra Babilonia! ¡Toquen alarma! ¡Que salgan los ejércitos de Ararat, Mini y Askenaz! ¡Nombren un general, traigan multitud de caballos!
28. ¡Lancen contra ella los ejércitos de los reyes medos y sus generales, y los ejércitos de todos los países que ellos gobiernan! ¡Movilicen a todo la gente en contra de Babilonia!