1. Luego el SEÑOR me dijo: Ve a hablarle directamente al rey de Judá y dile:
2. Oye este mensaje del SEÑOR, rey de Judá, tú que ocupas el trono de David, y escuchen también tus servidores y tu pueblo.
3. El SEÑOR dice: Sean justos. Procedan con rectitud. Ayuden a los que requieren justicia. Deténganse en sus maldades. Protejan los derechos de los extranjeros e inmigrantes, de los huérfanos y las viudas; ¡dejen de matar inocentes!
4. Si dejan las terribles acciones que están cometiendo, yo libraré a esta nación y otra vez le daré reyes que ocupen el trono de David, y habrá prosperidad para todos.
5. Pero si no atienden esta advertencia, juro por mi gran fama, dice el SEÑOR, que este palacio lo convertiré en ruinas y la familia real acabada.
6. Porque éste es el mensaje del SEÑOR respecto a la familia real: Te quiero tanto como a la fructífera Galaad y a los verdes bosques del Líbano, pero te destruiré y te dejaré desierto y deshabitado.