1. Aquella noche, al rey se le fue el sueño y ordenó que le leyeran las crónicas de su reino, que estaban en la biblioteca. Leyeron hasta el punto en que se relataba la forma en que Mardoqueo había delatado a Bigtán y Teres, los dos oficiales del rey, encargados de vigilar la puerta del palacio, que habían planeado asesinar al rey.
3. —¿Qué recompensa le hemos dado a Mardoqueo por haber hecho esto? —preguntó el rey.—Nada— respondieron sus oficiales.
4. En ese preciso momento, Amán entraba al patio exterior del palacio, para pedirle al rey que colgara a Mardoqueo en la horca que había preparado. Por eso, el rey preguntó:—¿Quién está en el patio?
5. —Es Amán, Su Majestad —le respondieron sus oficiales.—Díganle que venga —ordenó el rey.
6. Entonces Amán entró y se presentó delante del rey, que le preguntó:—¿En qué forma honrarías a un hombre al que yo deseo honrar?Amán pensó: «¿A quién querrá honrar el rey más que a mí?»
7-8. Y respondió:—Haría traer ropas reales que el rey haya usado, el caballo del rey, la corona real,