61. Jeremías dijo a Seraías:—Cuando llegues a Babilonia, busca la forma de leer todas estas profecías.
62. Dirás: «Señor, tú has dicho que este lugar sería destruido, que no iba a quedar en él alma viviente, ni personas ni animales, y que sería una perpetua desolación».
63. Pues bien, cuando termines de leer este rollo, le atas una piedra y lo arrojas al Éufrates,