15. devuelve lo que tiene en prenda, restituye lo robado, se conduce según los preceptos que dan la vida y decide no cometer injusticias, seguro que vivirá, no morirá.
16. No se recordará ninguno de los pecados que cometió; puesto que ha practicado el derecho y la justicia, ciertamente vivirá.
17. Tus compatriotas dicen: «No es justo el proceder del Señor»; en realidad, es su proceder el que no es justo.
18. Si el justo se aparta de su justicia y comete una injusticia, morirá por ella;
19. y si el malvado se aparta de su maldad y practica la justicia y el derecho, vivirá por ello.
20. Y aunque insistáis: «No es justo el proceder del Señor», juzgaré a cada uno de vosotros según su conducta, pueblo de Israel.
21. El año duodécimo de nuestra cautividad, el día cinco del décimo mes, vino a mí un fugitivo de Jerusalén anunciando que la ciudad había sido tomada.
22. Aquella tarde, antes de la llegada del fugitivo, la mano del Señor se había posado sobre mí y había abierto mi boca antes de que aquel llegara por la mañana. Después de abrirme la boca ya no volví a quedar mudo.
23. El Señor me dirigió la palabra:
24. —Hijo de hombre, los que viven entre ruinas en la tierra de Israel andan diciendo: «Abrahán, que era uno, tomó posesión de esta tierra; y nosotros, que somos muchos, hemos recibido la tierra como heredad».
25. Pues bien, diles: Esto dice el Señor Dios: Vosotros coméis alimentos sin quitarles la sangre, alzáis suplicantes vuestros ojos a los ídolos, cometéis asesinatos, ¿y pensáis que vais a heredar esta tierra?
26. Confiáis en vuestras espadas, cometéis abominaciones, cada cual deshonra a la mujer de su prójimo, ¿y pensáis que vais a heredar esta tierra?
27. Y añadirás: Esto dice el Señor Dios: Juro por mí mismo que los que habitan entre ruinas caerán víctimas de la espada, juro que entregaré como alimento a las fieras a los que estén en campo abierto, y que los que se refugian en lugares escarpados y cuevas morirán de peste.
28. Convertiré el país en pura desolación, se acabarán su orgullo y su poder, y los montes de Israel quedarán desérticos, sin nadie que transite por ellos.
29. Y reconocerán que soy el Señor cuando convierta el país en pura desolación, por todas las abominaciones que cometieron.