15. Incluso antes de que se quemara la grasa, llegaba el ayudante del sacerdote y decía al que estaba ofreciendo el sacrificio:—Dame la carne para asársela al sacerdote, pues él no te aceptará carne asada, sino cruda.
16. A lo que el oferente respondía:—Primero se ha de quemar la grasa, después podrás coger lo que quieras.Entonces el otro replicaba:—No. Me la das ahora mismo, o me la llevo por la fuerza.
17. El pecado de aquellos jóvenes ante el Señor era muy grave porque menospreciaban la ofrenda hecha al Señor.
18. Samuel estaba al servicio del Señor y vestía una túnica de lino.
19. Su madre le hacía cada año una pequeña túnica y se la llevaba cuando subía con su marido a ofrecer el sacrificio anual.
20. Elí bendijo a Elcaná y a su mujer, diciendo:—Que el Señor te conceda hijos con esta mujer en recompensa por la donación que ella ha hecho al Señor.Luego volvieron a su hogar.
21. El Señor bendijo a Ana, que volvió a quedar embarazada y dio a luz tres hijos y dos hijas. Mientras tanto, el joven Samuel iba creciendo junto al Señor.
22. Elí era ya muy mayor; cuando se enteró de lo que hacían sus hijos con los israelitas y de cómo se acostaban con las mujeres que prestaban servicio a la entrada de la Tienda del encuentro,
23. les dijo:—¿Por qué hacéis estas cosas? Todo el mundo me comenta vuestros abusos.
24. No, hijos míos; no son buenos los rumores que oigo de que estáis escandalizando al pueblo del Señor.
25. Si una persona ofende a otra, el Señor puede actuar de árbitro; pero si alguien ofende a Dios, ¿quién mediará en su favor?Pero ellos no hacían caso a su padre, porque Dios había decidido que murieran.
26. Mientras tanto, el joven Samuel seguía creciendo, apreciado por Dios y por la gente.