4. Os digo esto para que nadie os seduzca con palabras engañosas.
5. Si físicamente estoy ausente, mi espíritu está con vosotros, y me llena de gozo el ver vuestra armonía y la imperturbable fe que os une a Cristo.
6. Puesto que habéis aceptado a Cristo Jesús como Señor, comportaos ahora de manera consecuente.
7. Que él sea cimiento y raíz de vuestra vida; manteneos firmes en la fe, según lo que aprendisteis, y vivid en incesante acción de gracias.
8. Estad alerta, no sea que alguien os engañe con especulaciones filosóficas* o estériles disquisiciones que se apoyan en tradiciones humanas o en potencias cósmicas, en lugar de en Cristo,
9. en cuya humanidad habita toda la plenitud de la divinidad,
10. y en el que, como cabeza de todo principado y de toda potestad, habéis alcanzado vuestra plenitud.
11. Por vuestra unión con Cristo estáis circuncidados; no en sentido físico, sino con la circuncisión de Cristo, que es la que os despoja de vuestras desordenadas apetencias humanas.
12. Por el bautismo habéis sido sepultados con Cristo y con él también vosotros habéis resucitado al creer en el poder de Dios, que lo resucitó triunfante de la muerte.
13. Y muertos estabais a causa de vuestros delitos y de vuestra condición de paganos*. Pero ahora, Dios os ha vuelto a la vida con Cristo y nos ha perdonado todos nuestros pecados.
14. Ha destruido el documento acusador que contenía cargos contra nosotros y lo ha hecho desaparecer clavándolo en la cruz.
15. Ha despojado a principados y potestades y los ha convertido en público espectáculo, llevándolos cautivos en su cortejo triunfal.
16. Que nadie, pues, os critique por cuestiones de comida o de bebida, ni por lo que respecta a celebraciones, novilunios* o días festivos en general.
17. Todo esto no es más que sombra de lo que ha de venir. La realidad es Cristo.