8. Cuando el becerro ya estuvo a punto se lo sirvió acompañado de leche y requesón. Mientras comían, Abrahán se quedó de pie junto a ellos, debajo del árbol.
9. Ellos le preguntaron:— ¿Dónde está Sara tu mujer?Abrahán respondió:— Ahí, en la tienda.
10. Uno de ellos le dijo*:— El año próximo volveré sin falta a visitarte, y para entonces Sara, tu mujer, habrá tenido un hijo.Mientras tanto, Sara estaba escuchando a la entrada de la tienda, a espaldas del que hablaba.
11. Abrahán y Sara ya eran ancianos, entrados en años, y Sara ya no tenía sus períodos menstruales.
12. Por eso Sara no pudo contener la risa al pensar en sus adentros: “¿Ahora que ya estoy seca voy a tener placer con un marido tan viejo?”.
13. Pero el Señor dijo a Abrahán:— ¿Cómo es que Sara se ha reído pensando que una mujer tan anciana no puede dar a luz?
14. ¿Acaso hay algo imposible para el Señor? El año que viene por estas fechas volveré a visitarte y Sara habrá tenido un hijo.
15. Sara tuvo miedo, y lo negó diciendo:— Yo no me he reído.Pero el Señor le replicó:— Sí que te has reído.
16. Luego aquellos hombres se levantaron y dirigieron la mirada a Sodoma. Abrahán los acompañó para despedirlos.
17. El Señor se decía: “¿Dejaré que Abrahán ignore lo que voy a hacer,
18. toda vez que se ha de convertir en un pueblo grande y poderoso, hasta el punto de que todas las naciones de la tierra serán bendecidas por él?