29. Jesús le dijo: —¡Ven! Pedro salió del bote, caminó sobre el agua y fue hacia donde estaba Jesús.
30. Pero vio que el viento era fuerte, tuvo miedo, se empezó a hundir y gritó: —¡Señor, sálvame!
31. Jesús de inmediato lo tomó de la mano y le dijo: —Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?
32. Y cuando ellos subieron al bote, el viento se calmó.
33. Los que estaban en el bote empezaron a adorarlo, y le dijeron: —¡Tú sí eres verdaderamente el Hijo de Dios!