10. Mi vida está llena de tristeza y paso todo el tiempo lamentándome. Mis problemas me están debilitando; mi cuerpo está agotado.
11. Mis enemigos y vecinos me desprecian; mis parientes me tienen miedo. Me evitan cuando me encuentran por la calle.
12. La gente me ha olvidado por completo; es como si hubiera muerto, o como si fuera un plato roto.
13. Escucho lo que dicen en voz baja, y siento una angustia terrible. Se juntan, hacen muchos comentarios y planean matarme.
14. Pero yo confío en ti SEÑOR; yo digo: «Tú eres mi Dios».
15. Mi vida está en tus manos; sálvame de mis enemigos y de los que me persiguen.
16. Por favor, recíbeme y acéptame que soy tu siervo. Ten compasión de mí y sálvame.
17. SEÑOR, te pedí ayuda y sé que me la darás. Los perversos se sentirán avergonzados e irán en silencio al sepulcro.
18. Que se callen esas voces mentirosas de la gente soberbia y rencorosa que dice lo que sea con tal de atacar a los justos.
19. Tú reservas grandes bendiciones para los que te honran. Las preparaste a la vista de los seres humanos, para los que encuentran refugio en ti.