10. »Ahora, miren, el SEÑOR, tal como dijo, me ha mantenido vivo estos cuarenta y cinco años. El SEÑOR le dijo a Moisés que yo iba a seguir con vida mientras Israel andaba por el desierto. Aquí estoy hoy, a los ochenta y cinco años de edad.
11. Estoy igual de fuerte como el día que Moisés me mandó a explorar la tierra. Tengo la misma fuerza de siempre y estoy listo para salir y luchar.
12. Así que ahora, dame la región montañosa que el SEÑOR me prometió ese día. Tú escuchaste ese día que los anaquitas estaban allí con sus ciudades grandes y fortificadas. Si el SEÑOR va a estar conmigo, entonces yo los expulsaré, como el SEÑOR prometió».
13. Entonces Josué bendijo a Caleb hijo de Jefone y le dio la ciudad de Hebrón como propiedad.