3. Me dijo:— Hijo de hombre, ¿volverán a vivir estos huesos?Yo respondí:— Señor Dios, tu lo sabes.
4. De nuevo me dirigió la palabra:— Profetiza sobre estos huesos. Diles: ¡Huesos secos, escuchen la palabra del Señor!
5. Esto dice el Señor Dios a estos huesos: Voy a infundir en ustedes un espíritu que los hará revivir.
6. Les pondré nervios y haré que les crezca carne; los cubriré de piel y les infundiré un espíritu que los hará revivir. Y reconocerán que yo soy el Señor.
7. Yo profeticé conforme me fue ordenado. Mientras estaba profetizando, oí un ruido y sentí que todo temblaba. Entonces los huesos se ensamblaron entre sí.
8. Pude ver cómo les crecían nervios y carne, y cómo se cubrían de piel de abajo arriba. Pero no tenían espíritu.
9. Entonces me dijo:— Habla* al espíritu, hijo de hombre, habla al espíritu y dile: “Esto dice el Señor Dios: Espíritu, ven de los cuatro vientos y sopla en estos muertos para que revivan”.
10. Yo hablé conforme me fue ordenado. Entonces el espíritu penetró en ellos, recobraron la vida y se pusieron de pie. Era un ejército enorme, inmenso.
11. Después me dijo:— Hijo de hombre, estos huesos son el pueblo entero de Israel. Andan diciendo: “Nuestros huesos están secos, hemos perdido la esperanza, todo ha acabado para nosotros”.