9. Así fue como Dios le quitó sus animales para dármelos a mí.
10. »Un día, cuando los animales estaban en celo, tuve un sueño en el que veía que los machos cabríos que cubrían a las hembras eran rayados, manchados y moteados.
11. En ese sueño el ángel de Dios me llamó por mi nombre, y yo le contesté: “Aquí estoy.”