8. Al oir esto, Pilato tuvo más miedo todavía.
9. Entró de nuevo en el palacio y preguntó a Jesús:–¿De dónde eres tú?Pero Jesús no le contestó nada.
10. Pilato insistió:–¿Es que no me vas a contestar? ¿No sabes que tengo autoridad, tanto para ponerte en libertad como para crucificarte?
11. Jesús le contestó:–Ninguna autoridad tendrías sobre mí, si Dios no te la hubiera dado. Por eso, el que me ha entregado a ti es más culpable de pecado que tú.