30. El Padre y yo somos uno solo.
31. Los judíos volvieron a coger piedras para tirárselas,
32. pero Jesús les dijo:–Por el poder de mi Padre he hecho muchas cosas buenas delante de vosotros: ¿por cuál de ellas me vais a apedrear?
33. Los judíos le contestaron:–No vamos a apedrearte por ninguna cosa buena que hayas hecho, sino porque tus palabras son una ofensa contra Dios. Tú, que no eres más que un hombre, te haces Dios a ti mismo.