1. Un malvado de la tribu de Benjamín, que se llamaba Sebá y era hijo de Bicrí, se encontraba en Guilgal. Este Sebá incitó al pueblo a levantarse en armas, diciendo: “¡Nosotros no tenemos parte ni herencia con David, el hijo de Jesé! ¡Cada cual a su casa, israelitas!”
2. Todos los hombres de Israel abandonaron a David para seguir a Sebá, hijo de Bicrí. Pero los de Judá, desde el Jordán hasta Jerusalén, se mantuvieron fieles a su rey.