28. “Vosotros habéis estado siempre conmigo en mis pruebas.
29. Por eso yo os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,
30. y comeréis y beberéis a mi mesa en mi reino, y os sentaréis en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.”
31. Dijo también el Señor:–Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para zarandearos como a trigo;
32. pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, ayuda a tus hermanos a permanecer firmes.
33. Simón le dijo:–Señor, estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel y hasta a morir contigo.
34. Jesús le contestó:–Pedro, te digo que hoy mismo, antes que cante el gallo, negarás tres veces que me conoces.
35. Luego Jesús les preguntó:–Cuando os envié sin bolsa ni provisiones ni sandalias, ¿acaso os faltó algo?Ellos contestaron:–Nada.
36. Entonces les dijo:–Ahora, en cambio, el que tenga bolsa, que la traiga, y también provisiones; y el que no tenga espada, que venda su abrigo y se compre una.
37. Porque os digo que ha de cumplirse en mí lo que dicen las Escrituras: ‘Y fue contado entre los malvados’. Porque todo lo que de mí está escrito ha de cumplirse.
38. Ellos dijeron:–Señor, aquí hay dos espadas.Y él contestó:–Ya basta.